Como debemos enfocarnos para logralo
Alcanzar una importante suma
y cobrar los intereses que ofrece una entidad financiera asegura siempre la
disponibilidad del dinero pero no siempre resguarda su poder adquisitivo. O
colocar ese dinero en propiedades y recibir a fin de mes la ganancia por
alquileres. Ese es el sueño de muchos, pero las cosas han cambiado y puede
que en la actualidad no sea lo más aconsejable tomarlo a la ligera.
Creemos que lo importante es
ir comprando algún terreno, local o cochera, que aunque en el momento no sea la
inversión ideal, siempre mantendrá el valor acorde con el mercado. Y nos da la
posibilidad de vender luego para ir adquiriendo mejores propiedades.
Para los argentinos los
ladrillos son sinónimo de seguridad y resguardo de valor. Poco importa que con
otras inversiones se pueda obtener mayor rentabilidad en menos tiempo o que el
metro cuadro en algunas zonas cotice igual o más caro que en Buenos Aires o
Salta. El inversor que busca cierta tranquilidad sigue apostando parte de sus
reservas a las propiedades.
Un factor importante a tener
en cuenta cuando se trata de propiedades urbanas, es que las oportunidades se
generaran en zonas no consolidadas, donde los valores de incidencia son
moderados, pero que presenten buenas condiciones de acceso, y la zona tenga infraestructura
de servicios. Estos factores son claves para la futura consolidación del área y
como consecuencia potencie la inversión.
Para hacer negocios con
inmuebles, como con cualquier otro activo, hay que poner la mente en frío y
dejar las emociones de lado. Un error frecuente que cometen los inversores es
enamorarse de los inmuebles que compran o desecharlos porque “no les gusta”. Para
hacer diferencia hay que aprovechar las oportunidades, y para ello, debemos
analizar la zona, el mercado y el potencial futuro de ese inmueble.